top of page

Error garrafal de las Comisiones de Postulación (versión extendida)

Escrito por: Jorge Jacobs @jjliber



Uno de los procesos políticos más importantes en Guatemala actualmente es la elección de la Corte Suprema de Justicia —CSJ— y de las Cortes de Apelaciones —CA—. La impartición de justicia es uno de los pilares principales de un estado de Derecho y una de las más importantes razones de ser de un gobierno. Lamentablemente, en nuestro país el sistema de justicia es tan deficiente y corrupto como el resto de los organismos e instituciones del Estado, solo que no es tan notorio para la mayoría. Es mucho más fácil percatarse de una carretera mal construida y peor mantenida o de un hospital sin medicinas, que de la injusticia de tener en la cárcel a un inocente por años en lo que se le juzga y, al final, dejarlo libre sin siquiera disculparse por arruinarle la vida. Eso casi nadie lo nota hasta que le pasa a uno, o a alguien cercano.


De allí que sea tan trascendente la selección de quienes habrán de dirigir ese Organismo y deberán ser, en teoría, los guardianes de que se imparta justicia para todos. Especialmente teniendo a la vista el desastroso proceso anterior que terminó con Cortes que se extendieron en el cargo varios años. Tomando en cuenta el antecedente de la anterior elección, es fundamental que se haga todo lo posible para que el proceso se pueda llevar a cabo en el tiempo estipulado y que el 13 de octubre ya estén electos los nuevos magistrados.


La responsabilidad principal en ese proceso de selección de magistrados y jueces recae sobre los miembros de las dos Comisiones de Postulación. Los ojos de la mayoría de los guatemaltecos estarán —o deberían estar— sobre los comisionados para velar porque el proceso se dé de la manera más transparente posible y que se elija a los mejores postulantes a los cargos.


Es por todo esto que me parece inconcebible que los miembros de las Comisiones de Postulación estén tan temerosos de actuar que hasta se hallan valido de una excusa injustificable para retrasar sus labores. La primera sesión de la Comisión de Postulación para magistrados de la CSJ estaba programada para el jueves 11 de julio y la de la Comisión de Postulación para magistrados de la CA para el viernes 12. Sin embargo, ambas comisiones decidieron “no instalarse” bajo la excusa de que dos de sus miembros no habían sido juramentados: los decanos de derecho de las universidades Francisco Marroquín —UFM— y Mariano Gálvez —UMG—. Esa decisión retrasó el proceso —ya de por sí, bastante ajustado— en por lo menos dos semanas. El decano de la UFM no fue juramentado porque renunció al cargo y todavía no se ha nombrado a su sustituto. El decano de la UMG no asistió a la juramentación porque en ese momento estaba fuera del país.


En las reuniones de las Comisiones de Postulación se discutió si estas podían trabajar sin que todos sus miembros estuvieran juramentados y al final decidieron que no se podía, argumentando que, de hacerlo, el proceso podría ser sujeto de impugnaciones posteriores. Esa es una decisión que no está ajustada a las leyes. Ni en la Constitución ni en la Ley de Comisiones de Postulación se establece tal restricción. Lo único que dice la Ley de Comisiones de Postulación es que, para la celebración de las sesiones, se requiere la presencia de las dos terceras partes de los miembros que integran la Comisión.


Adicionalmente, ya existe precedentes al respecto, siendo el más similar el de la elección de Contralor General de Cuentas de 2018. En esa ocasión, el decano de la Universidad InterNaciones renunció antes de la juramentación, por lo que no se le juramentó, sin embargo, la Comisión se instaló con los miembros juramentados e inició las sesiones. La discusión en ese momento fue si se tomaba en cuenta esa “plaza” para calcular el quorum de las sesiones y para las votaciones, y al final la decisión fue que sí se debía tomar. Luego de la primera sesión, el presidente de la Comisión, el padre Félix Serrano, consultó al Congreso qué hacer y este le aclaró que la Comisión estaba “legítimamente constituida”, y que, por tanto, podían continuar las sesiones. Al final, la Universidad Internaciones no designó un nuevo decano durante el trascurso del trabajo de la Comisión y esta terminó su labor sin incluir en ningún momento a este elemento faltante.


Un abogado a quien consulté sobre esta duda me dijo que “muy probablemente alguien engañó a los comisionados y estos se dejaron llevar por ese error”. Eso me parece todavía más lamentablemente, tomando en cuenta que todos los miembros de las comisiones son abogados y, no cualquier abogado, sino que algunos son decanos de facultades de derecho y otros son magistrados de la CSJ y de las CA. Si algunos de los mejores abogados de Guatemala pueden ser inducidos a cometer ese error, ¿qué se puede esperar del sistema de justicia? Lamentablemente, los miembros de las Comisiones cayeron en este error y ahora habrá que esperar a que se juramente a los demás miembros antes de iniciar el trabajo de las comisiones.

  

Imágenes: Congreso, Movimiento Pro-Justicia.

 
 
 

Comments


bottom of page