Sin Pena Ni Gloria (Versión extendida)
- Libertópolis
- 17 may 2024
- 4 Min. de lectura
Escrito por: Jorge Jacobs @jjliber

Este miércoles terminó el primer período ordinario de la décima legislatura, sin pena ni gloria. Un período que empezó con mucho ímpetu y caos, pero que terminó en el más atronador silencio. La última sesión plenaria ni siquiera se convocó porque hasta en la reunión de jefes de Bloques no hubo quorum. Las penúltimas dos sesiones, tampoco se lograron llevar a cabo, por la poca asistencia. ¿Dejó algo bueno este primer período del Congreso?
En este primer período se aprobaron 12 decretos, la mayoría de los cuales estaban engavetados desde legislaturas pasadas. Entre estos se encuentran, por ejemplo, la “Ley de Atención Integral Contra el Cáncer”, la “Ley de Tarjetas de Crédito” y la “Ley de Trasplantes”. Aquí quizá lo más importante es que no hubo una “agenda legislativa” clara, ni del oficialismo ni de la oposición. La “producción” legislativa se dio casi que por inercia, a la deriva, como consecuencia de la ocurrencia de algunos diputados y de la sagacidad de algunos otros que aprovecharon esa falta de liderazgo para meter sus propuestas de antaño.
El ejecutivo tampoco presentó ninguna “agenda legislativa”. Solo enviaron dos propuestas: el estado de calamidad por los incendios y la reforma a la Ley Orgánica del Ministerio Público —LOMP—. El estado de calamidad fue un rotundo fracaso ya que fue improbado por el Congreso. La reforma a la LOMP ni siquiera logró pasar a comisión, mucho menos ser aprobada de urgencia nacional, como los diputados del Movimiento Semilla —MS— pretendían.
No me puedo resistir a hacer la comparación —al cabo que lo advertí desde el año pasado— de lo que ha sucedido en Argentina bajo la presidencia de Javier Milei. Aparte de todas las decisiones que tomaron en el ejecutivo desde los primeros días para recortar el gasto y lograr pasar de un gran déficit a un superávit, fue notorio que su equipo se había preparado con tiempo también en el tema legislativo. A los pocos días de tomar posesión presentaron dos amplias propuestas de cambios en la legislación que tocaban muchísimos temas, en la búsqueda de liberar a los argentinos de la pesada carga estatista impuesta por casi dos décadas de kirchnerismo y seis de peronismo. No han logrado que la mayoría de estas propuestas pasen en un Congreso hostil, pero de que estaban preparados, estaban preparados y han dado la batalla a pesar de tener todo en contra.
Regresando a Guatemala, al inicio de la legislatura nos sorprendieron con una alianza oficialista que se acercaba a tener la mayoría calificada. Sin embargo, de allá para acá, todo ha sido cuesta abajo, quedándose los oficialistas cada vez con menos aliados. Incluso se dice en corrillos del Congreso, que hasta ellos mismos —los del MS— están divididos en tres bandos cada vez más irreconciliables.
Entran ahora al “receso parlamentario” —que no son vacaciones, sino supuestamente para que trabajen en las comisiones— y los oficialistas deberán recapacitar sobre su relación con los demás bloques si quieren tener alguna oportunidad de recuperar el liderazgo perdido para las batallas que deberán enfrentar en el segundo período ordinario de sesiones a partir de agosto. Supuestamente buscarán que les aprueben la famosa y creciente ampliación presupuestaria, que empezó en Q3 mil millones y ahora ya va por Q14.5 mil millones. Pero también se viene la elección de las cortes y la aprobación del presupuesto de 2025. Sin olvidar la propuesta del presidente para modificar la LOMP y la “Ley anticompetencia” que está parqueada en la comisión de economía del Congreso.

Uno de los diputados que más le ha costado a Arévalo ganarse y quien tiene un buen liderazgo en el Congreso es Adim Maldonado, de la Unidad Nacional de la Esperanza —UNE—. Solo hay que recordar que fue él quien encabezó la improbación del estado de calamidad por los incendios. Maldonado no parece muy contento con la reforma a la LOMP. Incluso declaró públicamente que, aunque la fiscal no es de su agrado, no se reforman leyes solo por cambiarlas y está a favor de que se discuta más en el panorama nacional. Esto representa una grave complicación para el MS, porque mientras Maldonado y su influencia en el Congreso persistan, será muy difícil avanzar en la reforma a la LOMP.
¿Aprovecharán los próximos dos meses y medio para rehacer la alianza oficialista que les permita tener incidencia en esas decisiones? Cada vez se ve más difícil, pero no hay que desechar que lo puedan lograr. Al fin, tendrán esos Q14.5 millardos para negociar, aparte de los ciento y pico millardos del presupuesto 2025. ¿Serán días de mucha agitación o seguirá el atronador silencio?

La Alianza por un Congreso Eficiente presentó recientemente su sistema de Manejo de Información y Recopilación Automatizada —MIRA— que recopila la información pública del Congreso, en particular la asistencia a las sesiones plenarias y las votaciones. Me parece que será una herramienta muy útil en el seguimiento de lo que sucede en el Congreso. Por el momento, podemos ver que la asistencia a las sesiones plenarias no ha estado tan mal, ya que la mayoría de las bancadas tienen más del 90 por ciento de asistencia hasta finales de abril, y que 45 diputados estuvieron en todas las sesiones de ese período. Estos datos seguramente se reducirán cuando se actualice con la información de las sesiones de mayo.
Infografías: Congreso de la República, Alianza por un Congreso Eficiente
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